Tras un lunes de verano, el Servicio Meteorológico Nacional emitió una alerta amarilla por tormentas para el AMBA

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Fotografía: Maximiliano Luna

El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) emitió una alerta amarilla por tormentas fuertes que abarca a sectores de al menos ocho provincias. La advertencia que está vigente para este martes, incluye a todo el territorio de Buenos Aires, parte de Córdoba, Santa Fe, La Pampa, Mendoza, San Luis, Santa Cruz y Tierra del Fuego, donde se prevén lluvias de variada intensidad, ráfagas intensas, posible caída de granizo y grandes acumulados de agua en cortos períodos.

Según el informe difundido por Meteored, durante los primeros días de la semana un frente frío comenzó a avanzar de sur a norte sobre el país, provocando una inestabilidad generalizada en vastas regiones del centro y norte argentino. Esta dinámica atmosférica dio lugar a un escenario de tiempo muy variable, con oscilaciones térmicas marcadas y fenómenos meteorológicos de interés para gran parte del territorio nacional.

En lo que respecta al martes, las zonas más comprometidas por las condiciones meteorológicas adversas se concentran en la región pampeana, que permanece bajo vigilancia meteorológica por la posibilidad de tormentas localmente intensas. En concreto, el SMN identificó áreas bajo nivel de alerta amarilla, lo que implica fenómenos que podrían tener capacidad de daño y riesgo de interrupción momentánea de actividades cotidianas. En tanto, parte de PBA con alerta naranja, que implica fenómenos meteorológicos peligrosos para la sociedad, la vida, los bienes y el medio ambiente

De acuerdo al pronóstico, el avance del frente frío sobre estas provincias podría generar tormentas con características puntualmente intensas, acompañadas de abundante caída de agua, actividad eléctrica frecuente, rachas de viento y granizo en forma localizada. En varios casos, se espera que las lluvias sean copiosas en cortos lapsos de tiempo, lo que incrementa la posibilidad de anegamientos en zonas urbanas o rurales.

La región pampeana se encuentra bajo alerta amarilla por tormentas con abundante caída de agua

En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el martes también se presenta inestable, con una probabilidad de precipitaciones que alcanza entre el 40% y el 70% durante la tarde, según el pronóstico extendido. La temperatura máxima está prevista en 25 grados, con viento predominante del norte. Hacia la noche, la inestabilidad persistiría, aunque con menor intensidad.

Para el miércoles, se espera una mejora de las condiciones meteorológicas en CABA y alrededores, con un marcado descenso de la temperatura y un cielo parcialmente nublado. No obstante, este alivio sería temporal.

Según el mismo informe, a partir del jueves comenzaría nuevamente a ingresar aire húmedo desde el norte, lo que podría reactivar la formación de tormentas, principalmente sobre el oeste del país.

Este patrón de circulación atmosférica —según explicaron desde Meteored— es característico de años influenciados por el fenómeno climático conocido como La Niña, que tiende a favorecer las precipitaciones en el oeste argentino y a reducirlas en el este. Aunque la presencia de La Niña aún se considera incipiente, sus primeros efectos ya comienzan a evidenciarse en el comportamiento regional de las lluvias.

La Ciudad de Buenos Aires presenta probabilidad de tormentas durante la tarde y noche del martes

Durante el resto de la semana, la atención se desplazará progresivamente hacia el noroeste y el oeste del país. Se prevén precipitaciones de importancia en San Juan, Mendoza, La Rioja y el oeste de Córdoba, mientras que también podrían registrarse chaparrones aislados en zonas del oeste de La Pampa.

El viernes, el sistema de inestabilidad se moverá hacia el noreste, afectando a Chaco, Santiago del Estero, Formosa, Corrientes y Misiones, donde se anticipa una nueva ronda de lluvias con actividad eléctrica frecuente y acumulados relevantes.

El panorama general se presenta como una semana “muy dinámica”, con cambios térmicos frecuentes y distribución irregular de las precipitaciones. La alternancia entre calor y descensos de temperatura será una constante, en un contexto donde la circulación atmosférica no logra estabilizarse. Aunque por el momento no hay señales contundentes de un patrón persistente asociado a La Niña, los especialistas recomiendan seguir de cerca la evolución meteorológica durante el mes de noviembre.