Habla el fiscal del caso Nora Dalmasso: cómo llegó al presunto asesino y la estrategia para que la causa no prescriba

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Nora Dalmasso fue asesinada en noviembre de 2006

Hace un tiempo que el asesinato de Nora Dalmasso se instaló en la sociedad como un “crimen perfecto”. La definición se explica en el hecho fáctico de que la causa ya prescribió: en los 15 años que tenía la Justicia para cerrar el caso, los fiscales que investigaron el homicidio desde el principio no lograron encontrar al culpable. Sin embargo, cuando parecía que el asesinato iba a quedar impune, un nuevo equipo de peritos intervino en el expediente, revisó la prueba y, en cuestión de meses, confirmó que habían descubierto al asesino. Ahora, será una disputa legal la que determine si podrán o no juzgarlo.

El fiscal que renovó la esperanza de la familia de la víctima, los Macarrón, fue Pablo Jávega, quien quiere ir hasta el final del proceso a pesar de que el próximo año se vayan a cumplir dos décadas de aquel 26 de noviembre de 2006, cuando Nora fue hallada sin vida en su casa del barrio Villa Golf, en Río Cuarto.

“La expectativa está en ir a juicio”, dice el funcionario en un mano a mano con Infobae, ratificando que buscará que el sospechoso responda por sus actos en un debate oral.

Para Jávega, quien abusó y asesinó a Dalmasso fue Roberto Bárzola, el parquetista que había trabajado en el domicilio de la mujer durante los días previos al hecho. Las pruebas que lo incriminan son tantas que ocupan unas 200 fojas del expediente. Pero lo llamativo -e indignante para los familiares de la víctima- es que muchos de estos elementos estuvieron en la causa desde el primer día.

Los indicios que lo ubican en el lugar del hecho son, en primer término, su ADN, encontrado 8 veces en el cinto de la bata con el que Nora fue asfixiada y una más en la zona íntima de ella. Además, él mismo declaró que estuvo en la casa de la mujer el día de la muerte; y hasta dio un detalle preciso de la escena del crimen, el cual pasó desapercibido por los primeros investigadores que ahora van a un juicio político por mala praxis.

Pablo Jávega, el fiscal del caso Nora Dalmasso

En este contexto surgen muchas preguntas: ¿por qué los otros fiscales no vieron la prueba contra Bárzola? ¿Se puede avanzar hacia un juicio si la causa está técnicamente prescripta? ¿Cuáles son los escenarios posibles?

En una entrevista con este medio, Jávega -que tomó el caso a fines de 2022 e imputó al parquetista a fines de 2024- primero aclaró la cuestión del paso del tiempo. En este sentido, dijo que, si bien el Código Penal establece el plazo de 15 años para resolver un caso, también indica que la víctima fallecida debe ser representada por sus herederos, los encargados de ejercer sus derechos. Y esto es algo que no se cumplió.

“Acá Facundo Macarrón (hijo de Nora) fue desvinculado del proceso entre 2007 y 2012 porque estaba siendo investigado. Después le pasó lo mismo a Marcelo Macarrón (viudo), que fue imputado y recién absuelto luego de un juicio en 2022″, contextualizó, demostrando que ambos fueron puestos en una posición de defensa.

Roberto Barzola, el acusado de abusar y asesinar a Nora

Y agregó: “Durante todo ese intervalo de 12 años, la familia, por una actividad oficial estatal ajena, se vio privada de ofrecer prueba para acreditar el hecho y procurar identificar al autor. Es decir, tenemos ese tiempo a favor. Por eso la acción penal estaría vigente“.

La estrategia defensiva de Bárzola -acusado por abuso sexual con acceso carnal, seguido de muerte y violación de domicilio- es insistir con el cálculo matemático y reclamar que no lo pueden perseguir judicialmente porque pasaron 19 años del hecho.

Su pedido todavía no se resolvió: fue rechazado primero por el Juzgado de control y faltas; luego la Cámara lo revisó y le dio la razón; y ahora el Ministerio Público apeló a esta resolución y está a la espera de una respuesta favorable. Para el fiscal, la cuestión de la prescripción podría llegar a revolverse en la Corte Suprema de la Nación.

Marcelo Macarrón, viudo de Dalmasso que fue imputado y absuelto por el crimen en 2022

Pero esto no es un obstáculo para seguir con la causa. Por eso, Jávega solicitó la elevación a juicio de todas formas. “La expectativa está en que se lleve a cabo un juicio ordinario. La prueba, pese al tiempo transcurrido, permite realizar un debido proceso porque tenemos hasta la declaración que dio Bárzola la semana siguiente del hecho, donde él puede claramente recordar qué es lo que dijo e hizo esa semana de 2006. Esto no podría ser con un sospechoso nuevo que nunca haya prestado testimonio”, detalló el funcionario.

Sobre la posibilidad de un debate oral, agregó: “Sin duda que va a estar supeditado a lo que se resuelve en el incidente: si le da la razón al Ministerio Público se hace el proceso con la acusación formulada; si da la razón parcialmente, la misma pieza acusatoria sirve para habilitar un juicio por la verdad; y si le da la razón a la defensa, Bárzola tendrá una sentencia de sobreseimiento”.

Cómo descubrieron a Bárzola

Jávega insiste con que, cuando tomaron el caso, no vaticinaron tener un resultado contundente tan rápido. También que el escenario no era esperanzador. “Era mucho trabajo, con muy pocas expectativas de éxito. Había pasado mucho tiempo y era difícil tener prueba nueva después de ese tiempo. Además, estaba instalada la prescripción”, remarcó.

Sobre el proceso para descubrir a quién para él es el asesino, explicó: “Nos enfocamos con los datos precisos que había del hecho: la muerte de la víctima, una asfixia mecánica que nunca estuvo en duda, y el elemento con el que se le da muerte que, aparte de la mano del agresor, era el cinto de la bata, que se derivó sin intervención para su procesamiento por el FBI. También teníamos el pelo que se secuestró del cuerpo de Nora”.

Nora Dalmasso fue asesinada en 2006

Sin embargo, para saber la identidad de las huellas y del pelo descubierto en su zona íntima, había que compararla con algún sospechoso. Los tres fiscales que trabajaron antes que Jávega nunca llegaron a Bárzola. El funcionario y su equipo, en cambio, hicieron una nómina de 200 posibles aportantes y empezaron descartando desde el núcleo más cercano de Dalmasso.

“Bárzola estaba en el primer círculo de investigación porque ese sábado dijo que fue a la casa. Creo que fue el n° 39 al que le tomamos muestra y arrojó compatibilidad con el ADN del cinto. Después se comparó con el pelo hallado y también fue positivo”, explicó.

Al repasar sus declaraciones, Jávega y su equipo también confirmaron que él mismo había dicho que la mañana del crimen fue a la casa de Dalmasso a trabajar, aunque nadie le abrió. También que antes había pasado por otro domicilio para un trabajo de remodelación, pero que no pudo pasar su máquina porque la lluvia de la noche anterior había mojado el piso.

Pero hubo un detalle: “El dueño de ese domicilio dijo que Bárzola nunca se presentó y afirmó que el piso no estaba mojado. El que sí se había mojado por la tormenta fue el parqué de Dalmasso. Eso está constatado en las imágenes que tomó la Policía Científica el día del hecho y en testimonios del suegro de Nora», dijo Jávega.

“Para que Bárzola supiera que el suelo de la casa de la víctima estaba mojado, tuvo que haber entrado a la casa durante la noche anterior al hallazgo del cuerpo, cuando llovía, o la mañana siguiente. Y la data de muerte dice que a Nora la asesinaron entre las 4 y las 10 de la mañana”, repasó, enfatizando en que esta es una de las pruebas fundamentales para suponer que el parquetista es el autor del hecho.

Finalmente concluyó: “Nadie miente si no es para encubrir algo. Para nosotros el crimen estuvo motivado por violencia de género”.