Detuvieron a un adolescente de 15 años por el crimen de la jubilada en San Isidro

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Un adolescente de 15 años y miembro de la Banda del Millón fue detenido en las últimas horas acusado del crimen de María Susana Rodríguez Iturriaga, la jubilada de 81 años que fue atada, torturada y asesinada por cuatro asaltantes durante un asalto a su casa de San Isidro.

El arresto se concretó en el marco de una serie de allanamientos coordinados por la Jefatura Departamental de Tigre y el fiscal Patricio Ferrari. Según supo Infobae, los procedimientos se realizaron luego de que se estableciera que el sospechoso -sindicado como uno de los autores materiales del hecho- se estaría ocultando en un departamento en la Bahía de Nordelta.

Por el crimen ya hay cuatro imputados. Dos de ellos, integrantes de la Banda del Millón que impartieron órdenes desde la cárcel: Thiago Sandoval, condenado por asesinar al empresario Jorge de Marco en su casa del barrio Las Lomas de San Isidro, y Hugo Isaías Castillo San Martín, alias “Castillito”, preso por ese mismo episodio y por el robo a Baby Etchecopar.

Además, fueron detenidos en las últimas semanas dos de los cuatro asaltantes: Miguel Ángel Viera, de 47 años, y Julio Emiliano, de 20, quienes horas antes del hecho recibieron una filmación que mostraba cómo era el ingreso a la casa que tenían que asaltar.

El atraco fue planificado, según reconstruyó el fiscal Ferrari, que investiga el caso. La hipótesis se sostiene, entre otras pruebas, con este archivo hallado en los teléfonos de los primeros detenidos.

El video, al que accedió Infobae, lo grabaron otros miembros de la Banda del Millón que todavía no fueron identificados. Fue a las 16 del sábado, seis horas antes del asalto a Rodríguez Iturriaga.

En los 40 segundos que dura, se ve a dos personas mostrando el camino desde el portón del domicilio hasta el quincho, que está ubicado en el patio y que se conecta con el resto de la vivienda.

Fue un simulacro, según confirmó en su indagatoria uno de los imputados. Y no pasó del todo inadvertido: una vecina de la víctima declaró ante los fiscales que esa misma tarde vio salir a dos sospechosos de la casa de la jubilada, aunque no lo denunció. Los investigadores creen que se trata de menores de edad.

El chat tras el crimen

Lo que no parecía parte del plan, de acuerdo a los elementos recolectados en la causa, es el homicidio. En uno de los chats entre los asaltantes y Thiago Sandoval, que siguió el minuto a minuto del robo desde la cárcel, se lee el mensaje que uno de los detenidos le envió a su jefe para informarle de la muerte de la jubilada.

“La matamo, compa (sic)”, le mandaron al líder de la banda. Sandoval respondió desconcertado. Y le repitieron: “Que la matamos compa, recién me avisó el wacho”.

“Nooo, decí que la moto no tiene patente”, contestó el jefe de la banda desde su celda en La Matanza.

María Susana Rodríguez Iturriaga

En la captura de WhatsApp que encabeza esta nota se ve cómo a las 00:23, tres minutos después de darle la noticia, el asaltante le pide a Sandoval que le envíe un auto de aplicación para irse.

Al no recibir una respuesta inmediata, el imputado le vuelve a insistir: “???? Me vas a dejar morir?”, le pregunta. Finalmente, parecen resolver la situación.

El día del homicidio de la jubilada, Sandoval estuvo en constante comunicación con otros los integrantes de la banda para coordinar acciones. Durante el asalto les hizo, por lo menos, dos pedidos: una videollamada durante el ataque y fotos de la caja fuerte vacía cuando terminaran el robo.

El dato surgió tras el análisis de los teléfonos de Viera y Julio, imputados como autores materiales, y de Sandoval y San Martín, acusados de partícipes necesarios y a quienes les sacaron sus móviles tras un allanamiento en sus celdas.

La caja fuerte de la jubilada asesinada en San Isidro

En sus celulares se encontraron comunicaciones y gestiones previas relacionadas con la preparación y ejecución del asalto. Según detallaron fuentes del caso a Infobae, Viera y Julio realizaron una videollamada con Thiago Sandoval durante el ataque a la jubilada.

Aunque no se conocen los detalles concretos de la transmisión, se sabe que duró varios minutos y que tuvo lugar mientras los autores materiales estaban dentro de la vivienda de la víctima. Por eso, los investigadores sospechan que pudieron haber filmado parte de las torturas que sufrió la mujer.

Mientras transcurría esa comunicación, Sandoval también exigió que le enviaran las fotos de la caja fuerte ya vacía de la víctima.

La jubilada fue asesinada en una propiedad ubicada en la calle General Justo José de Urquiza al 1100. Su cuerpo fue encontrado tras varios días sin contacto con su familia.

El cadáver tenía signos de violencia y las manos y los pies estaban atados, por lo que el fiscal Ferrari investiga el caso bajo el delito de homicidio criminis causa, matar para ocultar otro delito, en este caso el robo.