Juicio por el femicidio de Jimena Salas: la Fiscalía pidió 12 años de prisión para los acusados

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Jimena Salas, la víctima

Habiendo finalizado la ronda de declaraciones testimoniales, este miércoles tuvieron lugar los primeros alegatos en el proceso judicial que se lleva a cabo por el femicidio de Jimena Beatriz Salas. Tras pasar a un cuarto intermedio, se dispuso que este jueves a las 9.30 la defensa de los acusados y la querella realicen sus respectivas presentaciones.

De esta manera, comenzó a transitarse la instancia final del juicio que inició el 23 de septiembre por un crimen cometido en 2017, en la localidad salteña de Vaqueros y en el domicilio de la víctima. Salas fue asesinada de varias puñaladas en distintas direcciones, cortes que fueron develados por el registro de las prendas.

Por el caso, están siendo juzgados los hermanos Carlos Damián y Adrián Guillermo Saavedra como partícipes necesarios. En tanto, el tercer hermano acusado, Javier Nicolás Saavedra, falleció un día antes de que comenzaran las audiencias. Luego de las declaraciones y las pruebas reunidas, la Fiscalía pidió una condena de 12 años de prisión de cumplimiento efectivo para los hermanos Carlos Damián y Adrián Guillermo Saavedra, a quienes se sindica como partícipes secundarios en la muerte violenta de Salas, de acuerdo con lo informado por el Ministerio Público Fiscal. También solicitaron que, en caso de condena, sean registrados en el Banco de Datos Genéticos.

Durante los alegatos de la Fiscalía (Foto: MPF)

Durante la última jornada, las autoridades presentaron un análisis minucioso de la reconstrucción de los hechos y de las pruebas recabadas a lo largo de la causa. El fiscal penal Leandro Flores destacó que la muerte de Salas fue producto de una violencia extrema con características de femicidio, y puntualizó que la autopsia registró 53 lesiones, descartando cualquier hipótesis de accidente o deceso no intencional. “La brutalidad del ataque evidencia una clara intención homicida”, afirmó ante el tribunal integrado por los jueces José Luis Riera, Mónica Faber y Maximiliano Troyano.

Por su parte, la fiscal penal Mónica Poma profundizó en las tareas de investigación desarrolladas luego de la creación de la Unidad Fiscal. Explicó cómo los hermanos Saavedra fueron identificados como sospechosos tras recabar diversos elementos de convicción, incluyendo información proporcionada por testigos y el análisis de comunicaciones electrónicas. Entre los puntos destacados se encuentra que varios testigos experimentaron situaciones de intimidación durante la investigación y el debate oral.

Los jueces: José Luis Riera, Mónica Faber y Maximiliano Troyano (Foto: MPF)

Uno de los datos más recientes fue un informe de pericia psicológica, elaborado por una profesional del Cuerpo de Investigaciones Fiscales, referido a Carlos Damián Saavedra. El escrito reunió indicadores de impulsividad y agresividad, así como la presencia de conductas de tipo manipulador, orientadas a buscar beneficios personales y evadir responsabilidades. Asimismo, el peritaje indicó que el imputado presenta ante otros una autoimagen de integridad moral y respeto a valores sociales que no coincide con los rasgos de personalidad detectados por la especialista.

En cuanto al acusado fallecido, recordaron una mujer que había compartido un espacio de trabajo con él, contó en el juicio que lo expulsaron de la organización luego de que una compañera lo denunciara por acoso, aunque el hecho no fue reportado ante la Policía para no perjudicar a la ONG. Tras el incidente, Javier Saavedra permaneció un tiempo en Santa Victoria Este y residió en un convento de la localidad. Una de las líneas de la acusación incluyó los sucesivos cambios de su aspecto y de residencia.

Poma añadió que, tras la difusión de fotografías, Saavedra habría modificado su apariencia y vestimenta, y se unió a un grupo de redes sociales en el que se reclamaba justicia por la víctima.

Las autoridades resaltaron que, tanto en la fecha del hecho como en días previos y posteriores, existieron periodos de inactividad sospechosa en el tráfico de datos y llamadas de los acusados, lo que, para la Fiscalía, sugirió que permanecían juntos. La línea de tiempo, reconstruida desde el 27 de enero, incorporó el testimonio de vecinos y registros del celular de la víctima.

A partir de estos datos, la Fiscalía sostuvo la hipótesis de que el acusado fallecido y otro masculino serían los coautores directos del asesinato, mientras los otros dos hermanos habrían colaborado como partícipes secundarios.