La ciudad de Tres Arroyos aún intenta asimilar el impacto de un hecho espantoso que comenzó en una casa del barrio Villa Italia y terminó sobre el asfalto de la ruta 228, en las afueras de San Cayetano. Este miércoles por la tarde, se confirmó que Rocío Villarreal, de 34 años, había sido asesinada en su domicilio, y que su expareja, Fernando Dellarciprete, se había quitado la vida luego de matar a los dos hijos que tenían en común: Tiziano, de 10 años, y Francesco, de 3.
Según consta en registros oficiales, Dellarciprete trabajaba en el rubro de transporte de mercadería, con experiencia laboral manejando un camión para una reconocida cervecería.
Su actividad en redes sociales permite reconstruir parte de su vida: en mayo de 2012, había oficializado su relación con Rocío en Facebook, donde publicó que estaban de novios. Dos años más tarde nació Tiziano, el primer hijo de la pareja. Allí mismo compartía imágenes de momentos en familia, visitas a la playa y recorridas en cuatriciclo.
Villarreal, por su parte, había tenido un paso laboral por el Municipio de Tres Arroyos. En los últimos años, había iniciado un emprendimiento personal de venta de cosméticos, aromatizantes y sahumerios, al que también le daba difusión a través de sus redes.
El mayor de los hijos, Tiziano, tenía 10 años y estaba por cumplir 11 el lunes que viene. El más pequeño, Francesco, tenía 3 y también habría celebrado su cumpleaños número 4 este mes, el próximo 26 de junio.
Esta mañana del miércoles, uno de los niños había ido a la escuela y Rocío se había comunicado por teléfono con familiares. Nada indicaba, hasta ese momento, que algo estaba por suceder.
Lo que pasó después se reconstruye en base a los hallazgos policiales y las fuentes que investigan la causa. Según la hipótesis principal, Dellarciprete habría asesinado primero a Villarreal en el interior de la vivienda que compartían en Larrea al 100, en Tres Arroyos. Luego, se habría llevado a los chicos a bordo de su Renault Duster blanca, en dirección a la ruta 228.
En algún punto del camino, y según informaron testigos citados por el portal Ecos Diarios, intentó estrellar su vehículo a la vera del camino. Tras no lograrlo, habría ingresado a un campo cercano donde, según personas que hablaron con los investigadores, pidió agua y luego un arma. Al no conseguirla, se habría dirigido nuevamente a la ruta, donde se arrojó delante de un camión Mercedes Benz que era conducido por un hombre de 36 años. Fue este chofer quien contó a los policías que el sujeto se había lanzado intencionalmente al paso del vehículo.
Cuando llegaron al lugar, los agentes de la Policía Bonaerense encontraron una escena espantosa: al costado del kilómetro 69 de la ruta 228, los cuerpos de los niños dentro de un zanjón, junto al auto. Sobre el asfalto, yacía Fernando Dellarciprete, ya sin vida. Para ese momento, nadie sabía aún que la madre de los chicos también había sido asesinada.
Recién pasadas las 17, familiares de Rocío ingresaron a la casa en Tres Arroyos y la encontraron sin vida. De acuerdo a lo informado por fuentes oficiales a Infobae, fue asesinada con un arma blanca. Agentes de Policía Científica trabajaron en ambos puntos, recolectaron cámaras de seguridad y secuestraron el teléfono celular de Dellarciprete, elementos que podrían ser clave para terminar de esclarecer la secuencia.
La Unidad Funcional de Instrucción N°6 de Tres Arroyos, a cargo de la fiscal Natalia Ramos, quedó a cargo del expediente, que fue recaratulado como femicidio seguido de doble homicidio y suicidio.