Sus roles en la actuación la hicieron famosa en el séptimo arte, pero su carisma la inmortalizó en todos los rincones del planeta. Cuando hablamos de una leyenda del cine como Maggie Smith solo queda recordar su extenso legado artístico en el que destacan dos premios Oscar y las ocho interpretaciones magistrales de Harry Potter. Eso sí, a pesar de ser toda una estrella mundial, jamás pensó en bienes de gran opulencia ni vivir en un barrio exclusivo de Reino Unido.
Maggie Smith, conocida por muchos por dar vida a Minerva McGonagall en la saga de Harry Potter y a Violet, la condesa viuda de Grantham, en Downton Abbey, falleció el viernes 27 de septiembre a los 89 años de edad. No obstante, su portentosa herencia artística seguirá por siempre entre nosotros durante muchos años más.
Lo curioso de Smith es que, a diferencia de otros intérpretes reconocidos, decidió dejar de lado la fama y la popularidad por una vida tranquila, pacífica y mucho menos bulliciosa.
El pueblo de 5000 habitantes donde vivía Maggie Smith
Además de destacar en la obra cinematográfica basada en los libros de J. K. Rowling, la oriunda de Ilfford supo ganarse a la crítica mucho antes: se llevó dos premios de la Academia en 1970 y 1979, consolidándose como una leyenda del cine moderno.
No obstante, Maggie Smith nunca aprovechó su fama internacional para vivir rodeada de lujos y excentricidades. La dos veces ganadora del Oscar vivió sus últimos años de vida en un acogedor pueblo de West Sussex llamado Pulborough, en donde apenas residen 5000 personas.
El lugar de descanso de la fenecida profesora McGonagall posee vistas totales del valle de Arun y los South Downs, hasta los edificios de la era sajona y georgiana.
Con una distancia de solo 41 millas a Londres, dicha localidad resulta ser un sitio perfecto para quienes viajan cotidianamente y buscan un descanso antes de reiniciar sus obligaciones. Y eso lo supo muy bien Maggie Smith antes de partir de este plano.
La también ganadora de los Premios Bafta era dueña de una propiedad del siglo XV, la cual contaba con cinco dormitorios. Se sabe que la adquirió junto a su difunto esposo Beverley Cross, a inicios de los años 80. La particularidad de la casa es su amplitud y los espacios que posee: cuenta con una zona viñera, una pequeña granja, huerto y tres graneros.