Bailó, tiró besos, jugó con el dron y trató de cantar todo lo que pudo, a pesar de su evidente tos y resfrío. Un concierto que cerró sus primeros tres recitales en el país.
Jugado. Luis Miguel está resfriado, y es un hecho imposible de obviar. Sin embargo, pese a esto, el cantante sigue adelante con sus diez shows en Chile. Hasta ahora.
Y la noche del miércoles, el artista lo dio todo pese a la carraspera, la tos constante y su evidente molestia por no poder alcanzar los altos a los que está acostumbrado.
Sin embargo, el público lo apaña y le perdona todo. Y las veces que no pudo llegar a una nota, los aplausos brotaron espontáneos.Es que el ídolo conquista pese a que su estado de salud mantiene preocupadas a sus fanáticas. Una gripe que se habría agarrado en Buenos Aires y con la que habría llegado a Chile sin tregua hasta ahora.
De ahí en adelante fue hit tras hit. Suave, Qué Nivel de Mujer, La Incondicional, La Bikina y miles más se tomaron el escenario y fueron coreadas a rabiar por la gente.
De hecho, este mismo apañe fue el que el intérprete agradeció, mostrándose cercano, amoroso, lanzando besos y bailando aún más que en sus mejores tiempos.Una tercera noche que evidenció que Luis Miguel sigue resfriado, pero con pilas para rato, pensando que ahora descansará el jueves para retornar con todo el viernes y sábado y de ahí continuar con las diez fechas prometidas y esperadas por los chilenos.