El periodista Patricio Fernández abordó este lunes su renuncia como asesor presidencial de la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado, la que se produjo el miércoles de la semana pasada, luego de la presión del Partido Comunista (PC) y organizaciones de derechos humanos.
El también escritor y exconvencional había sido convocado por el Presidente Gabriel Boric para coordinar las actividades relacionadas a la conmemoración del 11 de septiembre de 1973, pero una entrevista en Radio Universidad de Chile, en un programa conducido por el premio nacional de Humanidades y Ciencias Sociales Manuel Antonio Garretón terminó precipitando su salida.
En dicha conversación se le consultó si “es posible encontrar mínimos comunes (en el marco de la conmemoración) cuando tienes un porcentaje no menor de la población que te dice: ‘Eso (el Golpe) fue necesario (…)’”.
Ante eso, Fernández respondió: “O sea, ¿cuál creo que es el empeño central al que estamos retados a estas alturas? Tú, la historia podrá seguir discutiendo por qué sucedió o cuáles fueron las razones o motivaciones para el Golpe de Estado. Eso lo vemos y lo vamos a seguir viendo. Lo que uno podría empujar, con todo el ímpetu y con toda la voluntad, es decir: ‘Okey, tú, los historiadores y los politólogos podrán discutir por qué y cómo se llegó a eso, pero lo que podríamos intentar acordar es que sucesos posteriores a ese Golpe son inaceptables en cualquier pacto civilizatorio’”.
A días de su renuncia, Fernández se pronunció acerca de la polémica, asegurando que “el gobierno no quería que yo renunciara a este puesto, fue algo en lo que yo insistí. Algunos discuten si el gobierno debió haber puesto más esfuerzos en que yo siguiera, cosa que no estaba dispuesto a hacer”.
En conversación con Tele13 Radio, dijo: “Yo jamás en mi vida he defendido ni justificado el Golpe de Estado, jamás he participado de actitudes negacionistas, de hecho, por 30 años me he dedicado a todo lo contrario”.En esa misma línea, el exconvencional manifestó que, al verse envuelto en la polémica con las agrupaciones de derechos humanos, lo natural para él fue acelerar su renuncia, ya que “es un tema mucho más grande que uno, por lo que sentí que tenía que salir de ahí”.
Fernández también lamentó que ciertos grupos quieran apoderarse de la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado desde una visión hegemónica. Citando a Nicanor Parra, dijo que “el juego es con todas las cartas del naipe”, en referencia a la importancia de incorporar todas las miradas, agregando que “ese era el empeño máximo, pero en Chile esa convicción se rompió, porque se interrumpió la convivencia, la tolerancia y la libertad de pensamiento”.
Sobre el trabajo que se le había encargado como asesor presidencial de la instancia, detalló que “en esto estaba invitado a colaborar para darle un marco, un relato, un ambiente, donde se esperaba que no fuera el gobierno el que llenara una enorme batería de actividades, sino que proviniera desde la sociedad civil, era ese marco el que se le quería dar, bajo tres conceptos clave: memoria, democracia y futuro”.